Reseña: El mar de la tranquilidad, de Katja Millay

El mar de la tranquilidad

Del título original The Sea of Tranquility

Katja Millay

Plataforma Neo

Traducción de Miguel Trujillo

448 páginas

ISBN: 978.84.16256.84.6

17,90 €

La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo arrebató todo -su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que hizo. 
La historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona a la que ha amado ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no necesita compañía. Todos excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla Josh, mayor es el enigma. A medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en realidad, o incluso si quiere descubrirlo.

El mar de la tranquilidad es un libro que puede atraer por esa portada tan bonita pero que jamás podrás imaginar qué es lo que esconde dentro. Pensé que me encontraría una historia más dulce, por llamarlo de alguna manera. Ese helado engañó a mi subconsciente, lo reconozco. Pero no penséis que me ha gustado menos por no hallar dentro lo que pensaba, porque ha sido mucho mejor. 

Vivo en un mundo sin magia ni milagros. Un lugar donde no hay clarividentes ni cambiaformas, ni ángeles, ni chicos sobrehumanos que te salven. Un lugar donde la gente muere, y la música se desintegra, y las cosas son un asco. Estoy tan aplastada contra la tierra por el peso de la realidad que algunos días me pregunto cómo sigo siendo capaz de levantar los pies para caminar.

En este libro encontramos una historia realista, contemporánea, dura, difícil y a unos protagonistas que nos harán pensar y replantearnos muchas cosas. Cuando comienzas a leer esta novela no entiendes muchas cosas y puedes llegar a perderte en ocasiones. No haces más que formularte preguntas y piensas: "¿cuándo comenzarán a desvelarse secretos?"

Odio mi mano izquierda. Odio mirarla. Odio cuando se estremece y tiembla y me recuerda que mi identidad ha desaparecido. Pero la miro de todos modos, porque también me recuerda que voy a encontrar al chico que me mató, y cuando lo haga, voy a hacerlo con mi mano izquierda.

Algo inquietante el inicio del libro, ¿verdad? Nastya es una chica complicada. Es difícil entenderla y realmente no lo haces hasta que no vas conociendo más y más de su historia. ¿Por qué no habla? ¿Qué la lleva a actuar así? Pero todo tiene su momento y, aunque es una situación difícil la de la protagonista, se conecta muy bien con ella. Acabas poniéndote en su lugar viendo todo lo que se le ha arrebatado. 

En realidad, morir no está tan mal cuando ya lo has hecho una vez.
Y yo lo he hecho.
Ya no tengo miedo de la muerte.
Tengo miedo de todo lo demás.

El libro está narrado desde el punto de vista de Nastya pero también desde el punto de vista de Josh. Él es un chico que ha pasado por mucho en su vida. Una de esas personas que se podría decir que se ha llevado toda la mala suerte del mundo. Pero todo eso le hace madurar y, aunque tiene comportamientos de adolescente, son más sus miedos los que salen a la luz. Él ayudará a Nastya y le hará ver que no todo es negro, sino que en la vida también hay tonalidades de color que sólo nosotros podemos encargarnos de observar. Pero no sólo será él quien ayude, sino que Nastya supondrá un factor muy importante en su vida y también aprenderá cosas de ella. Digamos que son como dos piezas perdidas de un puzle. Y reiremos y lloraremos, y serán capaces de enseñar ciertos valores, ya no solo entre ellos, sino a nosotros también.

¿Qué pasa? "Sol" pega contigo. Es brillante, y cálido, y feliz. Igualito. Que. Tú.

Drew es uno de esos personajes secundarios que te conquista desde el primer momento. Un chico que no es tan duro como parece y que tiene un corazón enorme. El mejor amigo de Josh y un punto de apoyo importante para Nastya. Un personaje maravilloso que tiene la fuerza y el espíritu como para tener su propio libro, la verdad. Me gustaría mucho conocer la historia de Drew más al detalle.

Katja Millay ha conseguido con su escritura hacerme sentir lo más profundo de Josh y Kastya. Me ha conquistado con sus personajes, su trama y la dureza que se esconde detrás. El mensaje que transmite: que todos podemos salir del pozo más profundo. Jamás me cansaré de recomendar esta novela que me ha encogido el corazón y me ha hecho sentir tanto al mismo tiempo.