Reseña: Show, de Javier Ruescas

Show
Javier Ruescas
Play #2
Editorial Montena
477 páginas
ISBN: 978.84.15580.56.0
16,95 €

Cuando tu vida se convierte en un espectáculo, tus secretos ya no te pertenecen.

Desde que se descubrió la verdad sobre Play Serafín, las vidas de Aarón y Leo no han vuelto a ser las mismas. Leo, de regreso en España, se presenta a todos los castings que surgen, sin demasiado éxito, mientras que su hermano pequeño, ahora solo en Nueva York, intenta hacerse con las riendas de una vida que ni quiere ni considera que le pertenezca.
La llegada a Develstar de una nueva artista, Zoe -una virtuosa del violín-, le devolverá a Aarón la ilusión que creía perdida. Pero su aparición no es casual: Develstar quiere organizar un reality show como nunca antes se ha visto, en el que el público podrá conocer a fondo a sus estrellas. Y están dispuestos a hacer lo que sea para que Aarón participe en él...

He de confesar que cuando tomé Show entre mis manos para leerlo, me daba miedo. Play me gustó mucho y no sabía si Show alcanzaría mis expectativas, pero me ha sorprendido mucho y me ha gustado mucho más de lo que pensé.

Los personajes han evolucionado mucho respecto a la primera novela, sobre todo Aarón y Leo, que se han visto en la obligación de madurar. Además, hay nuevas incorporaciones, como la de Zoe, que han dado más vida a los demás personajes y que ha resultado clave para que Show fuera tan especial. Ella también ha hecho distinto a Aarón, le ha dado valentía y le ha enseñado mucho. Además, es muy divertida y tiene un punto de inocencia que haga que sea aún más encantadora. Algo que me ha sorprendido también es que los amigos de Aarón ahora fueran también amigos de Leo. Eso dice más de lo que parece. Me ha dado a entender que Leo y Aarón tienen una relación más cercana que antes y los amigos de Aarón saben agradecer a Leo todo lo que ha hecho. Y se nota mucho todo lo que ha cambiado Leo respecto al primer libro... ha tenido motivos para hacerlo:

La ciudad permanecía tal y como la recordaba, acaso algo más inexpugnable y menos amistosa. Aquellos edificios me habían visto alzar el vuelo hasta las estrellas para después probar el sabor del barro. Me habían visto romper un corazón y recuperrlo, encontrar un amigo y perder un hermano.Lo habían visto todo y, sin embargo, su alma de piedra seguía sin conmoverse, imperturbable. Tendría que volver a ganármela y demostrar al mundo entero que Leo Serafin había vuelto, y que esta vez sería muy difícil deshacerse de él.

Si en Play tuvo mucha importancia la bola 8 (Tonya), esta vez el elemento es un MP3 (Tracy), aunque no lo he considerado tan importante y característico como sí fue Tonya. Otro personaje nuevo y que me ha producido sentimientos muy contradictorios ha sido Ícaro. No sabía si debía fiarme de él o no. Me daba mucha desconfianza. En Show hay muchos giros inesperados. Leo debe defender a su hermano mientras él está en un reality show y tendrá que enfrentarse a platós de televisión e incluso a fans en foros de Internet.

Javier Ruescas ha profundizado muy bien en el tema de los realitys. Se nota la documentación y ya no solo esto, sino que ha sabido adaptar la personalidad de Aarón y Leo como si lo hubiera vivido en primera persona. El autor ha sabido tratar no solo el tema de la fama y los reality shows, sino también el de la homosexualidad.

Y es que, cuando te pasas el día siendo una persona que no eres, ¿qué diferencia existe entre serlo o no?

Aunque a partir de la mitad del libro he visto algunos fallos que me han sorprendido. No son fallos de ortografía, sino fallos de confundir algún nombre o que un personaje diga algo que se supone que no sabe. 

A pesar de esto, que es un poco anecdótico y que tiene las huellas de las prisas, Show ha sido una segunda parte muy buena, con personajes vivos, desarrollados y muy característicos. Ha superado a Play en muchos sentidos y Javier Ruescas ha sabido darle un toque especial a la novela con su buena investigación en los temas tratados. Ya falta muy poco para la salida de Live, el fin de la trilogía, que será en marzo.