Reseña: The Raven Boys: la profecía del cuervo, de Maggie Stiefvater

The Raven Boys: La profecía del cuervo
Maggie Stiefvater
Del título original The Raven Boys
Editorial SM
424 páginas

ISBN: 9788467563368

14,94 €

Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar.

Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo.

Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.

The Raven Boys se presentaba como algo nuevo. Y, desde luego, lo ha sido. Una portada impactante y una sinopsis que llama desde el primer momento, Maggie ha vuelto a conquistarme con una de sus historias.

He de reconocer que cuando comencé a leer el libro me lié muchísimo. Al principio no entendía bien de qué hablaban e incluso pensaba "¿me habré saltado cosas?". Pero a medida que avanza el libro te vas enterando mejor y acabas entendiéndolo todo. Maggie Stiefvater usa mitología galesa para esta historia y me ha sorprendido muchísimo. Usa algo que no se ve todos los días y crea una historia genial. 

También he de decir que esperaba más amor en la historia por lo que dice la sinopsis, pero parece que eso quedará más para los siguientes libros. Esto no me parece mal, en absoluto. 

Los personajes me han sorprendido gratamente, aunque hay algunos que me han hecho pensar mal desde el primer momento. Blue me ha parecido una protagonista algo infantil, sobre todo al principio. Y no es el único personaje que cambia a lo largo de la novela. Otro de ellos es Adam, un personaje que me ha chirriado bastante, aunque reconozco que puede que sea porque fuese el tercero en discordia. Gansey me ha resultado bastante maduro y me sorprende, ya que no me lo esperaba así. Como podréis comprobar, muchas cosas me han sorprendido. Afortunadamente, más para bien que para mal. También ha habido toques de humor que me han encantado, casi siempre de parte de la casa de Blue. Otros personajes, como Ronan o Noah, me han parecido realmente geniales, tanto por lo que aportan a la trama como por su forma de ser. Y la familia de Blue, lo más divertido de toda la historia.

La trama, aunque al principio es un poco complicada porque no deja comprenderse bien, está muy bien hilada y la historia de Glendower es genial. La autora nos ha conseguido transmitir la ilusión con la que Gansey habla de esta historia y de las líneas ley. Y, muy importante, nos ha hecho partícipes de la investigación de los chicos del cuervo haciendo que queramos saber más y más sobre el tema. 

La sonrisa en la cara de Gansey podría haber iluminado una mina de carbón. Cuando se habían conocido, Adam no sabía nada de Llewellyn y Glendower. Gansey había tenido que explicarle que Owain Glyndwer -u Owen Glendower para los ingleses-, un noble galés, había luchado por la libertad de Gales contra los ingleses y luego, cuando parecía inevitable que lo capturaran, había desaparecido de la isla y de la historia, para siempre.

Si tuviera que decir qué tiene de nuevo este libro, diría que todo. Hacía mucho tiempo que no me encontraba algo tan original. Hay algunas situaciones que me han resultado poco creíbles, como por ejemplo cuando Gansey olvida su preciado diario (que tiene toda la información sobre Glendower) en un bar y se da cuenta tarde y además no parece demasiado afectado.

Algo que también me ha sorprendido mucho es el tema de la magia. Maggie deja claro en todo momento del libro algo muy diferenciado: la magia y la adivinación como cosas totalmente distintas. Cuando estuvo en Madrid, algunos bloggeros tuvimos la suerte de ver a la autora en un encuentro privado antes de la presentación en Callao y le pregunté sobre esta cuestión. Ella dijo que era como la religión y la espiritualidad, una era más brusca y la otra podía ser manejada por las personas. En este encuentro también habló sobre la importancia del Latín en el libro, ya que lo veía como una lengua universal. 

Con una frase final de esas que dejan con la boca abierta y una trama adictiva y original, Maggie Stiefvater nos ha metido en una historia increíble y llena de magia, magia y más magia con su estilo tan característico. Un libro muy muy recomendable.